XIII ANIVERSARIO DE LA BEATIFICACIÓN DE SANTA MARÍA LA PURÍSIMA

 

XIII ANIVERSARIO DE LA BEATIFICACIÓN DE SANTA MARÍA LA PURÍSIMA

El 18 de septiembre de 2010 tuvo lugar la ceremonia de beatificación de Santa María la Purísima por el Papa Benedicto XVI. 

El milagro para su beatificación tuvo lugar en La Palma del Condado a principios de febrero de 2004. Una niña que padecía una cardiopatía congénita y que había sido operada dos veces sufrió una parada cardíaca que la dejó inmóvil e incapaz de reconocer a nadie. Su madre recibió una estampa de la venerable María de la Purísima de las hermanas de la Cruz con una oración. La madre pasó la estampa sobre la hija diciendo las siguientes palabras: "Tú eres la que tienes que curar a mi hija, si es verdad que eres santa, qué mejor milagro que poner a mi hija buena, yo lo único que te pido es que sus ojitos me vean y me reconozcan". Las hermanas de la Cruz también pidieron intercesión a la entonces venerable María de la Purísima. Nueve días después de haber dejado el hospital, se produjo una recuperación completa y repentina de la niña, sin necesidad de rehabilitación y sin secuelas. 

La Congregación de las Causas de los Santos de Roma aprobó el milagro el 27 de marzo de 2010.​

El 18 de septiembre de 2010 fue beatificada en una multitudinaria misa celebrada en nombre de Benedicto XVI por monseñor Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos en la que estuvieron presentes los cardenales Carlos Amigo Vallejo -arzobispo emérito de Sevilla-, Antonio María Rouco Varela -arzobispo de Madrid-, Agustín García-Gasco -arzobispo emérito de Valencia- y el arzobispo de Sevilla. La celebración tuvo lugar en el Estadio Olímpico de la Cartuja en Sevilla. Para presidir la misa de beatificación de Madre María de la Purísima, se eligió la imagen de la Virgen de la Esperanza Macarena. 

Benedicto XVI redactó la siguiente carta apostólica para la beatificación:​ Nos, acogiendo el deseo de Nuestro Hermano Juan José Asenjo Pelegrina, Arzobispo de Sevilla, así como de otros muchos hermanos en el Episcopado y de numerosos fieles, después de haber consultado el parecer de la Congregación para las Causas de los Santos, con Nuestra Autoridad Apostólica, concedemos que la Venerable Sierva de Dios María de la Purísima, religiosa, de la Congregación de las Hermanas de la Compañía de la Cruz, la cual, iluminada por la sabiduría de la Cruz, dedicó su vida al servicio de los pobres y de los enfermos y a la educación cristiana de la juventud, de ahora en adelante pueda ser llamada Beata y que se pueda celebrar su fiesta en los lugares y, según las normas establecidas por el Derecho, el 31 de octubre de cada año, día de su nacimiento para el cielo.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Dado en Roma, junto a San Pedro, el día 13 de septiembre del año del Señor 2010, sexto de Nuestro Pontificado.

A la siguiente mañana de ser beatificada, se ofreció en la Catedral de Sevilla una solemne función de acción de gracias presidida por una imagen de la nueva beata. Al finalizar hubo procesión de la imagen de la Beata María Purísima desde la Catedral hasta la Iglesia de San Juan de la Palma donde las hermanas de la Cruz homenajearon a la Virgen de la Amargura expuesta en Solemne Besamanos para tal ocasión.


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