SABADO SANTO
Junto al Sepulcro de Jesús esperamos confiadamente porque creemos que el grano de trigo caído en la tierra y muerto ha de dar mucho fruto.
En la noche de Pascua, con todos los hermanos y hermanas cristianos nos reunimos para celebrar que Jesús, el crucificado, vive para siempre y nos abre a todos el camino de la vida nueva, en este mundo y para toda la eternidad. ¡Aleluya!
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