146 ANIVERSARIO FUNDACIÓN DE LAS HERMANAS DE LA CRUZ

146 ANIVERSARIO FUNDACIÓN DE LAS HERMANAS DE LA CRUZ 

Hoy, 2 de agosto, es el 146 aniversario de la Fundación de las Hermanas de la Cruz. 

Esta Congregación religiosa se fundó en Sevilla el 2 de agosto de 1875 por Sor Ángela de la Cruz. Su primer convento estuvo en la calle San Luis de Sevilla. El 1 de octubre se trasladaron a una casa alquilada, el número 8 de la calle Hombre de Piedra.​ La casa fue bendecida por el párroco de San Lorenzo, el beato Marcelo Spínola y Maestre. En la Navidad de 1875 el arzobispo Luis de la Lastra y Cuesta dispuso que se vistiesen con hábito para exteriorizar sus votos. Este fue diseñado por Santa Ángela: de color marrón, con un escapulario de la misma tela, un cordón como el de los franciscanos, toca blanca y, como calzado, simples alpargatas.

Es de Derecho Pontificio, aprobada por San Pío X en 1904, y su nombre, según aparece en el registro de Congregaciones, reza así: "Hermanas de la Compañía de la Cruz de Sevilla".

Cuando en 1925 se cumplieron los primeros 50 años de la fundación del Instituto, Sor Ángela escribió en su "Carta de año" a las Hermanas cuál era su anhelo para este tiempo nuestro: "Y después de los cien años, la (persona) que vea una Hermana de la Cruz pueda decir: Se ve a las primeras, el mismo hábito exterior y el mismo interior; el mismo espíritu de abnegación, el mismo de sacrificio... Son las mismas, la providencia para los pobres; dan de comer al hambriento, visten al desnudo, buscan casa a los peregrinos, visitan a los enfermos, los limpian, los asean, los velan sacrificando su reposo.

En el capítulo primero de sus Constituciones, que fueron aprobadas también por San Pío X en 1908, se expresa que "El fin especial o distintivo de esta Congregación, es promover con la divina gracia la salvación de las almas entre los pobres, a quienes las Hermanas considerarán y amarán como a sus amos y señores. Por ganar sus almas aplicarán su vida apostólica a la visita diaria de enfermos necesitados a domicilio, asistiéndolos en sus necesidades espirituales y materiales. Y también, a la gratuita y cristiana educación de niñas pobres, en internados de huérfanas y en escuelas diurnas y nocturnas". En otro lugar. "Y con el lenguaje mudo del ejemplo llevando una vida voluntariamente pobre y austera, en la realización de sus apostolados de caridad".


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