143 AÑOS DE HERMANAS DE LA COMPAÑÍA DE LA CRUZ



Congregación religiosa fundada en Sevilla el 2 de agosto de 1875 por Sor Ángela de la Cruz. Es de Derecho Pontificio, aprobada por San Pío X en 1904, y su nombre, según aparece en el registro de Congregaciones, reza así: "Hermanas de la Compañía de la Cruz de Sevilla".

Cuando en 1925 se cumplieron los primeros cincuenta años de la fundación del Instituto Sor Ángela escribió en su "Carta de año" a las Hermanas cuál era su anhelo para este tiempo nuestro: "Y después de los cien años, la (persona) que vea una Hermana de la Cruz pueda decir: Se ve a las primeras, el mismo hábito exterior y el mismo interior; el mismo espíritu de abnegación, el mismo de sacrificio... Son las mismas, la providencia para los pobres; dan de comer al hambriento, visten al desnudo, buscan casa a los peregrinos, visitan a los enfermos, los limpian, los asean, los velan sacrificando su reposo.

Convento de las Hermanas de la Cruz. Son todas para los pobres, mirándolos no sólo como hermanos, sino como señores, y los acompañan y están con ellos a su lado......

Alguna vez la opinión de personas sensatas que consideraban excesivo el clima de sacrificio característico de la Compañía de la Cruz hizo temer que el Instituto naufragara a corto plazo. Sor Ángela tranquilizó a las Hermanas: "Eso en vosotras está, si sois fieles al espíritu (la Compañía) durará hasta el fin de los tiempos". Pero no les disimuló la seria advertencia de que, si fallaban, el Instituto "podrá desaparecer como la sal en el agua". Insistía en la fidelidad: "Que cuando celebren el primer centenario, quienes hayan conocido a las presentes y vean a las de ese tiempo puedan decir: Son las mismas, y en las presentes de hoy vive en todo su rigor el espíritu de las primeras".

Y así es. Las Hermanas de la Cruz, hijas de tan buena Madre, procuran ajustar en el tiempo presente sus pasos a las huellas que ella dejó.

En el capítulo primero de sus Constituciones, que fueron aprobadas también por San Pío X en 1908, se expresa que "El fin especial o distintivo de esta Congregación, es promover con la divina gracia la salvación de las almas entre los pobres, a quienes las Hermanas considerarán y amarán como a sus amos y señores. Por ganar sus almas aplicarán su vida apostólica a la visita diaria de enfermos necesitados a domicilio, asistiéndolos en sus necesidades espirituales y materiales. Y también, a la gratuita y cristiana educación de niñas pobres, en internados de huérfanas y en escuelas diurnas y nocturnas". En otro lugar. "Y con el lenguaje mudo del ejemplo llevando una vida voluntariamente pobre y austera, en la realización de sus apostolados de caridad".

www.hermandades-de-sevilla.org




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