VIA LUCIS - CUARTA ESTACIÓN

DÍA DE LA IGLESIA DIOCESANA

La Iglesia celebra el próximo domingo 16 de noviembre el Día de la Iglesia Diocesana, una campaña que promueve anualmente la corresponsabilidad de todos tanto en la labor evangelizadora como en el sostenimiento económico de esta institución que encarna su acción en cada uno de los territorios. Así, Asidonia-Jerez se prepara a través de la difusión de un mensaje que, en esta ocasión, afirma que “participar en la parroquia es una declaración de principios”.

Monseñor José Mazuelos recuerda este lema en una carta dirigida a los fieles en la que apunta que “en la sociedad en que nos ha tocado vivir apostar por Cristo y por su Iglesia supone apostar abiertamente por una forma de vida diferente, por unos principios cristianos que chocan a menudo con los que se viven en el mundo”. Es en esos términos en los que el pastor diocesano recuerda al papa Francisco que señala a la parroquia como “una Iglesia que vive entre las casas de sus hijos”.

“Presencia eclesial en el territorio, santuario donde los sedientos van a beber para seguir caminando, comunidad de comunidades, ámbito de la escucha de la Palabra, de crecimiento de vida cristiana, de diálogo, de anuncio, de caridad generosa, de adoración y de celebración”, como la define el obispo, las 91 parroquias existentes en la Diócesis han de de estar compuesta por “agentes de evangelización y no un grupo de selectos que se miran a ellos mismos”.

Por ello, Mazuelos señala en su escrito que “este año quiero, de manera especial, invitaros a todos a participar en vuestras parroquias. Quiero que sepáis que de este modo ayudáis a construir, como dice el Papa,  la casa de la armonía, donde la unidad y la diversidad se combinan entre sí para ser riqueza para todos. Si cada uno aporta sus propias cualidades, conseguiremos que cada parroquia sea una gran orquesta que trasmita al hombre de hoy la bella sinfonía de Cristo”.

Concluye dando gracias el Señor y pidiéndole que otorgue a los fieles “un corazón generoso que nos permita aportar el trabajo apostólico y la ayuda económica necesaria para construir nuevas parroquias, el sostenimiento de los sacerdotes y llevar adelante la tarea de evangelización la que el Papa nos llama”.