PREGÓN DE 2000
El Resucitado es el que da la vida: solo el que da la vida la da para siempre, por eso resucita y hemos resucitado con Él en más de una ocasión al dar la vida en el amor diario por los que sufren. El que Jesús regrese de la muerte es la garantía de la veracidad de su mensaje; pero a Cristo revivido solo se accede por la fe.
Vosotros estáis poseídos por ella, y por lo tanto dispuesto al "absurdo" de la experiencia del Resucitado.
Cada vez que habéis dado testimonio en medio de la locura y la violencia de este mundo, perdiendo fama, dinero o vida por amor a Dios en el hermano, allí estaba Cristo resucitando, esa es la fe que necesita la Iglesia. Cuando este testimonio aparece, hacéis que desaparezca la crisis de fe.
De Nuestra Señora de la Alegría dice:
La reconciliación es el único camino que puede llenarnos de alegría, la auténtica alegría que llena el corazón del hombre, como la que llenó el corazón de Nuestra Señora de la Alegría al reconocer a su hijo resucitado. La alegría de ver como se cumple en nosotros el plan de Dios en la tierra, la construcción de su Reino en la unidad de todos los hombres.
Pablo Luis Tejada y Romero
Texto extraído del libro del Pregón
editado por el Consejo Local de
Hermandades y Cofradías.
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