LA BEATIFICACIÓN DE SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ

 LA BEATIFICACIÓN DE SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ

La Iglesia, de forma oficial, sólo ha reconocido dos milagros de Sor Ángela, cuya aprobación fueron la llave para la beatificación, primeramente, y luego para la canonización.

El milagro para su beatificación tuvo lugar en 1938 en Sevilla. La joven, Concepción García Núñez, que sufrió una grave neumonía con complicaciones en el único pulmón que tenía y que sanó, después de haber sido desahuciada por los médicos. La familia de la enferma inició la novena a Sor Ángela de la Cruz y al segundo día ésta empezó a sanar. El 12 de julio Roma aprobó el milagro que, por la intercesión de Sor Ángela curó a la joven. 

El proceso de beatificación comenzó en Sevilla en la memorable mañana del 5 de noviembre de 1982. En esta fecha y durante su primera visita a España, el Papa Juan Pablo II viajaba hasta Sevilla para proclamar beata a la Madre de los pobres. 

En el solar del barrio de los Remedios, donde se ubica la ciudad efímera que festeja la Semana de la Feria de Abril, se reunieron en aquella mañana mas de medio millón de personas. La región andaluza, representada en el pueblo de su capital, dio un ejemplo de participación cristiana y de homenaje al papado. Entre el magnifico altar de plata de Juan Laureano de Pina, coronado por la pintura de la Beata que para la ocasión trazó Dubé de Luque, y el baile de los seises, la beatificación de Sor Ángela de la Cruz fuera de Roma (caso único en la cristiandad de Occidente hasta la llegada de Benedicto XVI), fue la nota mas señalada del día. 

Un precisos vuelo de una bandada de palomas sacudió el cuelo de Sevilla cuando en el inmenso templo al aire libre del Campo de la Feria resonaron las palabras de Juan Pablo II declarando Beata a Sor Ángela de la Cruz. El Papa en su homilía, dio una lección de sencillez, sin demagogia alguna y llamando a las cosas por su nombre. En breves palabras, Juan Pablo II explicó la sustancia que en ese monumento ocupaban gruesos volúmenes  de informes técnicos y discursos políticos. Para los dirigentes de nuestra agricultura, para los empresarios del sector, para los obreros del campo, todos ellos presentes en la Catedral al aire libre, refirió que los pobres públicos debían afrontar los urgentes problemas del sector agrario.

Fueron bellas las palabras testimoniales sobre la vida de Sor Ángela de la Cruz, llegando a calificarla como un "tesoro común de todos los andaluces", y sobre sus testimonio vivo en las Hermanas de la Cruz. Así como una referencia a sus pobrecitos y sencillos conventos amueblados con los útiles característicos de las humildes viviendas de labriegos. 

Destacó que la Compañía de la Cruz se nutre mayoritariamente de mujeres vinculadas a familias campesinas, en sintonía perfecta con la sencilla gente del pueblo, conservando los rasgos característicos de origen. 

San Juan Pablo II visitó catedral y oró ante la tumba de Marcelo Spínola y ante la Virgen de los Reyes. Antes de marchar a Granada, siguiente etapa de su viaje, el Papa acompañado por el arzobispo de Sevilla,  fue a la Casa Madre de Sevilla y rezó frente al cuerpo incorrupto de sor Ángela. Bendijo a las hermanas de la Cruz y dijo que se encomendaba a la beata Ángela.