PREGÓN DE 2001
En el primer poema que dedica antes de iniciar su Pregón como tal, en una estrofa, dice:
Cuanto amor en cada esquina
en cada cirio latiendo,
en cada cruz que muriendo
ansiosa espera tu vida
cuanto amor resucitado
un domingo de alegría,
que hermosa la cruz de guía
del perdón ya perdonado.
En su Pregón dice del Domingo de Resurrección:
El Cristo del Amor me llevó a los pies del Resucitado el domingo de mañana.
La luz llenaba al Puerto de ilusiones, de fe nueva y renovada.
Junto a la belleza inmensa de la Virgen de la Alegría, comprendí entonces el verdadero amor de Cristo.
Comenzaba un nuevo Pregón. Un pregón en el que el cofrade debe ser testimonio de vida y de amor a los hombres.
Un pregón en el que la paz del Resucitado fuera transmitida por todos los rincones del mundo.
Juan Antonio Liaño Pazo
Texto extraído del libro del Pregón
editado por el Consejo Local de
Hermandades y Cofradías.
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