VIA LUCIS - DÉCIMA TERCERA ESTACIÓN
JESÚS ASCIENDE AL CIELO
Cumplida su misión entre los hombres, Jesús asciende al
cielo. Ha salido del Padre, ahora vuelve al Padre y está sentado a su derecha.
Cristo glorioso está en el cielo, y desde allí habrá de venir como Juez de
vivos y muertos.
De los Hechos de los Apóstoles 1, 9-11 (cf. Mc 16, 19-20; Lc
24, 50-53).
Comentario
Todos se han reunido para la despedida del Maestro. Sienten
el dolor de la separación, pero el Señor les ha llenado de esperanza. Una
esperanza firme: "Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del
mundo". Por eso los ángeles les sacan de esos primeros instantes de
desconcierto, de "mirar al cielo". Es el momento de ponerse a
trabajar, de emplearse a fondo para llevar el mensaje de alegría, la Buena
Noticia, hasta los confines del mundo, porque contamos con la compañía de
Jesús, que no nos abandona. Y no podemos perder un instante, porque el tiempo
no es nuestro, sino de Dios, para quemarlo en su servicio.
Jesucristo ha querido ir por delante de nosotros, para que
vivamos con la ardiente esperanza de acompañarlo un día en su Reino. Y está
sentado a la derecha del Padre, hasta que vuelva al final de los tiempos.
Oración
Señor Jesús, tu ascensión al cielo nos anuncia la gloria
futura que has destinado para los que te aman. Haz, Señor, que la esperanza del
cielo nos ayude a trabajar sin descanso aquí en la tierra. Que no permanezcamos
nunca de brazos cruzados, sino que hagamos de nuestra vida una siembra continua
de paz y de alegría.
Reflexión
Deja de mirar al cielo. El cielo se puede encontrar en los
rincones más insospechados. Es tu misión la de convertir los ambientes en los
que te mueves cada día en umbrales del Reino de Dios.
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