VIA LUCIS - SEXTA ESTACIÓN
VIA LUCIS - SEXTA ESTACIÓN
JESÚS EN EL CENÁCULO MUESTRA SUS LLAGAS A LOS APÓSTOLES
Los discípulos están en el Cenáculo, el lugar donde fue la
Última Cena. Temerosos y desesperanzados, comentan los sucesos ocurridos. Es
entonces cuando Jesús se presenta en medio de ellos, y el miedo da paso a la
paz.
Del Evangelio según San Lucas 24, 36-43 (cf. Mc 16, 14-18;
Jn, 20, 19-23).
Comentario
Cristo resucitado es el mismo Jesús que nació en Belén y
trabajó durante años en Nazaret, el mismo que recorrió los caminos de Palestina
predicando y haciendo milagros, el mismo que lavó los pies a sus discípulos y
se entregó a sus enemigos para morir en la Cruz. Jesucristo, el Señor que es
verdadero Dios y hombre verdadero. Pero los apóstoles apenas pueden creerlo:
están asustados, temerosos de correr su misma suerte. Es entonces cuando se
presenta en medio de ellos, y les muestra sus llagas como trofeo, la señal de
su victoria sobre la muerte y el pecado. Con ellas nos ha rescatado. Han sido
el precio de nuestra redención. No es un fantasma. Es verdaderamente el mismo
Jesús que los eligió como amigos, y ahora come con ellos. El Señor, que se ha
encarnado por nosotros, nos quiere mostrar, aún más explícitamente, que la
materia no es algo malo, sino que ha sido transformada porque Jesús la ha
asumido.
Oración
Señor Jesús, danos la fe y la confianza para descubrirte en
todo momento, incluso cuando no te esperamos. Que seas para nosotros no una
figura lejana que existió en la historia, sino que, vivo y presente entre
nosotros, ilumines nuestro camino en esta vida y, después, transformes nuestro
cuerpo frágil en cuerpo glorioso como el tuyo.
Reflexión
Toca las llagas de Cristo. En la anciana que vive sola o en el transeunte del
barrio, en la compañera que sufre depresiones o en el niño que padece una
enfermedad mental… Es Él, es Jesús, acércate, háblale, tócale, acaríciale…
Comentarios
Publicar un comentario