VIA LUCIS - NOVENA ESTACIÓN
JESÚS FORTALECE LA FE DE TOMÁS.
Tomás no estaba con los demás apóstoles en el primer
encuentro con Jesús resucitado. Ellos le han contado su experiencia gozosa,
pero no se ha dejado convencer. Por eso el Señor, ahora se dirige a él para
confirmar su fe.
Del Evangelio según San Juan 20, 26-29
Comentario
Tomás no se deja convencer por las palabras, por el
testimonio de los demás apóstoles, y busca los hechos: ver y tocar. Jesús, que
conoce tan íntimamente nuestro corazón, busca recuperar esa confianza que
parece perdida. La fe es una gracia de Dios que nos lleva reconocerlo como
Señor, que mueve nuestro corazón hacia Él, que nos abre los ojos del espíritu.
La fe supera nuestras capacidades pero no es irracional, ni algo que se imponga
contra nuestra libertad: es más bien una luz que ilumina nuestra existencia y
nos ayuda y fortalece para reconocer la verdad y aprender a amarla. ¡Qué
importante es estar pegados a Cristo, aunque no lo sintamos cerca, aunque no lo
toquemos, aunque no lo veamos!
Oración
Señor Jesús, auméntanos la fe, la esperanza y el amor. Danos
una fe fuerte y firme, llena de confianza. Te pedimos la humildad de creer sin
ver, de esperar contra toda esperanza y de amar sin medida, con un corazón
grande. Como dijiste al apóstol Tomás, queremos, aún sin ver, rendir nuestro
juicio y abrazarnos con firmeza a tu palabra y al magisterio de la Iglesia que
has instituido, para que tu Pueblo permanezca en la verdad que libera.
Reflexión
El surtidor de la fe. Ha llegado la hora de dejar de repostar en surtidores que
expanden combustible adulterado. Cada mañana, cada día, deja que el Resucitado
recargue tu corazón con el carburante de la fe. Confía plenamente en Jesús, que
va al volante de tu corazón.
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